EL MANDANGALORIANO
Un soldado mandangaloriano cumpliendo su misión. Llevar material para hacer cigarros de la risa por toda la galaxia. En una de sus aventuras se encuentra con un enano verde con poderes como hacer levitar cosas y tirarse pedos que suenan como joticas navarras. Nada le hace pensar al mandangaloriano que ese enano verde se debe a un consumo excesivo su propio material y que solo lo puede ver él. Así que le obedece, trabajando para él en múltiples aventuras que van desde cazar cucarachas, hasta cantar en la ópera. La cosa acaba cuando el enano le dice que es imprescindible que el madangaloriano se baje los pantalones y se deje hacer el trenecito sexual.
Al mandangaloríano siempre se le quedará grabada la frase del enano verde en plena faena: Mandangaloriano ¿a tu edad aún crees en enanitos verdes?
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